Sabían a musgo...
¡Por fin reconocí
el sabor de tus besos!
Terciopelos suavísimos,
labios de verde liquen.
Todo lo da la tierra,
lo impregna todo.
Tu carácter, tu fuerza,
auténticas raíces.
¡infinito horizonte
que funde en verde
y agua.!
Tu suspiro es la brisa
de la tarde que muere
entre las bailarinas...
...que recogen su ropa.
Bailarinas a rayas.
Pero también suspiras
compasado a la fuerza,
como fuerte gentil
poderoso en su cueva.
Te cuelas cual la luz
dorada del estío,
por el hierro impoluto
bautizado de blanco,
vives en mi existencia,
me llena tu recuerdo
impregnándolo todo.
Todo en ti es verde ¡amor!:
tierra, besos, suspiros;
dorado atardecer
brillante sentimiento!
¡Me invade la nostalgia
no respirar tu boca,
aire, beso en la brisa,
verde y oro en silencio.
...sé que me fui de allí
pero sigues conmigo.
