Sé qué buscas mi mano con tu mano,
sublime instante después de la tormenta
de huracán de suspiros infrahumanos,
en el lecho donde el cuerpo se aposenta.
Cuando veo tu sonrisa dulce y lenta
no pienso que el esfuerzo ha sido en vano
las lágrimas caídas alimentan
esta historia de amor que ambos grabamos.